LOS INESPERADOS GOLPES DE TIMÓN EN EL INICIO DE UN AÑO DE ELECCIONES

Podrás estar dejando la vida, dejar la familia, tantas cosas casi un año, hacer todo lo mejor posible por la salud de tantas personas, incluso recibir agravios, maltratos, enojos de personas allegadas y eso a la hora de tomar decisiones, quienes las toman no las tienen en cuenta, porque en definitivas todos terminan siendo una ficha más en ese gran tablero político que es el sistema de salud pública. Los cambios anunciados recientemente en la ciudad de Clorinda no hacen otra cosa más que dejar en claro que el compromiso de todo ese equipo que vino trabajando hasta ayer por la mañana al frente de la lucha contra la pandemia, no son importantes más que los favores y caprichos de ciertos dirigentes muy importantes de la ciudad y de la provincia.

Desde hace unas semanas se involucró a gente que venía manejando centros de salud para estar como responsables de los CAP y CAS en Clorinda, seguramente son personas con capacidad porque por algo también están donde se encuentran actualmente, pero no existen dudas con los movimientos y con quienes están hoy involucrados en esos cambios que la mano política de un peso pesado de Clorinda esta en medio, seguramente porque aún no termina de sanar esa herida de haber perdido fichas importantes en su momento que lo debilitaron como equipo pero también lo debilitaron como figura en su propia ciudad.

Las charlas de pasillo hace tiempo marcaban que el peso pesado quería recuperar salud pública, pero para que eso se pueda dar el pelado debe dar el visto bueno, como evidentemente paso, los cambios se dieron y hoy con la excusa de ampliar los recursos humanos se dan estas movidas de lugares que una vez más demuestran la gran interna justicialista ya está en marcha en pleno año de elecciones, todo en medio del contexto de pandemia. Seguramente intentaran justificar de diferentes maneras las movidas que se dieron pero aquí hay una sola realidad que está a la vista, y esto recién comienza, hoy bigote lo que debe buscar es retomar ese viejo amor con los clorindenses y seguir trabajando por la ciudad a pesar de las tocadas de oreja de los de arriba, es opinión.