PUENTE INTERNACIONAL “SAN IGNACIO DE LOYOLA”

Por Ovidio F. Gómez

Recibí de mi dilecto amigo Guillermo, BOGADO; aduanero jubilado que reside en la Ciudad de Córdoba; el video realizado por la AFIP-DGA Aduana de Clorinda, con imágenes, que testimonian la presencia y el compromiso del personal aduanero, en momentos en que, gran parte de la sociedad toda, guarda cuarentena de aislamiento preventivo y obligatorio por la amenaza del Virus COVID 19.

Es sabido que, como una amiga enlazada al espíritu, la nostalgia camina junto al que se encuentra lejos de su tierra. Y mi añoranza, es casi una espina incrustada en lo más hondo, y exalta el sentido de pertenencia aduanera. 

Ver esas imágenes disparó la memoria y al decir del poeta Pedro José CARLÉS, dije:

“Viejos recuerdos traen mi memoria y llega el hado, que es todo un ay.

Mi pecho enfermo dulce en ti piensa, noches hermosas del Paraguay. Letra de “Noches Del Paraguay” con música de Samuel, AGUAYO, que universalizara Luis Alberto Del Paraná, Perla y tantos otros artistas.

El Resguardo Jurisdiccional “Puente Internacional “San Ignacio de Loyola”, se encuentra a 5 km de la Ciudad de Clorinda, y en el año 1974, las 12 horas corridas de labor, las pasábamos en instalaciones desprovistas de energía eléctrica y agua potable para los sanitarios.

Es decir que, por las noches solo podíamos recurrir a las lámparas Petromax, que funcionaban quemando parafina, y debíamos accionar para dar presión a la bomba de aire, pero cuando la camisa incandescente de seda sintética impregnada con diversas sales terminaba de quemarse o un golpe o movimiento brusco desmoronaba la camisa en ceniza, solo nos quedaba usar velas y linternas.

De esa experiencia inevitable, formé hábitos prusianos; pues no podía darme el lujo de abandonar el control para atender necesidades fisiológicas (el hambre, la sed, el sueño, dormir, descansar y eliminar los desechos) Agréguese a este paisaje, temperaturas extremas que alcanzaban a 42° Grados Celsius en verano y 2° Grados Celsius en invierno.

La guardia estaba constituida por 1 Jefe de Turno y 2 Guardas y en circunstancias excepcionales 1 solo Guarda. Las funciones Migratorias y de Transporte Terrestre, eran ejercidas por personal del Escuadrón 16 Clorinda de Gendarmería Nacional.

El clima que debíamos soportar era cálido, húmedo y con precipitaciones significativas incluso durante el mes de julio, el más seco.

Las Operatorias Aduaneras Habilitadas de entonces, Tráfico Vecinal, Régimen de Equipajes, Comercio Exterior. Atención de Camiones y ómnibus de larga distancia.

Deseo expresar mi reconocimiento y agradecimiento a todos y cada uno de los Aduaneros que prestan servicio en los puestos de control.

El tiempo pasó, las  circunstancias son distintas, pero siempre el trabajo del aduanero, demandó, capacitación, sacrificio y gran esfuerzo.